El apellido Alfaro, como
tantos otros de la península, es toponímico, es decir tiene su origen más
antiguo en la población de Alfaro (hoy en La Rioja, perteneciente al antiguo
Reino de Castilla), de la que partieron diferentes personas que fueron
llamadas “de Alfaro” y dieron lugar a varias familias que hoy en día
llevan este apellido.
El nombre "Alfaro" se atribuye a la e
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presión árabe "Al-Faruh", que significa literalmente "el
Faro" o "lugar de vigía". Este nombre es acorde con el hecho
de que la localidad riojana ha sido a lo largo de la historia un lugar estratégico
por su situación geográfica. Sin embargo, no quiere decir esto que todos los
Alfaro sean de origen moro, ya que el apellido se comienza a usar por personas
que procedían de esta población cuando ya estaba conquistada por los
cristianos (año 1118). De hecho, tras revisar cientos de personas que
llevaron este apellido en la antigüedad, cabe afirmar que la mayoría fueron
cristianas, estando documentados además algunos casos de judíos y moros
también de este apellido.
La presencia de los Alfaro
que nos ocupan, en Murcia, es muy antigua ya que consta GONÇALO DE ALFARO
como perteneciente en 1458 a las huestes del Adelantado de Murcia Alonso Yáñez
Fajardo. En fechas anteriores, el Adelantado se había rebelado contra el rey D. Enrique
en la ciudad de Lorca.
Genealogía conocida de esta rama de los Alfaro en Caravaca:
I. Pedro Alfaro Guerrero y
Ana González de la Fuente, padres de:
II. Pedro Alfaro de la
Fuente, natural y vecino de Caravaca (Murcia) y Familiar del Santo Oficio de
esta villa. Testó el 10/4/1695 y mandó ser sepultado en el enterramiento
familiar de la capilla de San Benito en la iglesia parroquial. Poseía bienes
vinculados.
Había casado con Ana Plaza Jiménez padres de estos dos hijos, únicos vivos
al testar:
a) Baltasar Isidro Alfaro de
la Fuente, heredero del mayorazgo.
b) Mariana Alfaro de la Fuente. Casó con Pedro Enríquez de Navarra, con
sucesión.
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istió en Caravaca una capilla del Santo Sepulcro, hoy desaparecida, en la que
se encontraba la siguiente leyenda que se refiere a Pedro Alfaro de la Fuente,
antes citado: “"Esta ermita del Santo Sepulcro fue construida a e
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pensas del Señor Pedro de Alfaro, año de 1691 del nacimiento de N. S.
Jesucristo, siendo Rey de España Carlos II, que fue un hombre débil y pusilánime,
de tal modo que en este tiempo no había en España justicia ni ejército, y
los franceses eran temibles por su Rey Luis XIV, hombre ilustre, que guerreaba
con todos sus vecinos, a saber: con alemanes, ingleses, españoles y a todos
venció en varias batallas porque el Señor le ayudaba a causa de la gran
justicia que se practicaba en toda Francia, y todas las cosas prosperaban en
su mano; en este tiempo los españoles estaban oprimidos por duros impuestos y
no había dinero porque la vanidad de los vestidos exteriores con los que
todos se vestían agotó todo el dinero; los habitantes de Caravaca no temían
de Dios y por eso les dió jueces y gobernantes vacíos y avaros, de modo que
estaban oprimidos con tributos intolerables y algunos huían a otras ciudades
con sus familias; en este tiempo se derramaba mucha sangre inocente y no había
juez que castigara a los homicidas, y así todo iba de mal en peor porque el
Señor trastornó todo buen consejo, y así todos estaban corrompidos. Quizá
Dios se compadezca de nosotros. ¡España! ¡España! conviértete al Señor
tu Dios. SEÑOR PEDRO DE ALFARO".
Desconocemos el escudo de armas que pudo usar esta familia Alfaro de Caravaca,
que según todos los indicios era hidalga.
Antonio
Alfaro de Prado, agosto de 2004
